El Jamelgo-
Leo en el diario argentino “La Capital” la historia de Nicanor “el Nico”. Conforme voy leyendo voy menguando más y más mientras la figura de este canijo (12 años) se pantagrueliza hasta que sus suelas me hacen sombra.
Me reafirma en mi recalcitrante convicción de que la ilusión del docente y del discente es el mejor método pedagógico de largo, a muchos años luz de cualquier otra filosofía docente.
Leonardo Nicanor Quinteros,“el Nico”, se ha marcado, él solito, una escuela: la “Escuela Unidad y Patria” en el barrio sanjuanino de “Las Piedritas” , justo al fondo de la casa de su abuela. Allí los alumnos acuden voluntariamente a estudiar y aprender lo que “el Nico” estudia y aprende en su escuela “de verdad”; asimilándolo bien para transmitirlo a “sus alumnos” mientras que su abuela Ramona les prepara una taza de leche calentita para que tengan algo en el estómago. Ha llegado a tener tres turnos seguidos de clases puesto que algunos de sus aprendices solamente pueden ir por la noche y les enseña a la luz de una linterna.
Héroes todos.
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